El Hidrógeno es un gas incoloro, inodoro y muy reactivo que se halla en todos los componentes de la materia viva y en muchos minerales, siendo el elemento más abundante en el universo, aunque no se encuentra en estado puro en la naturaleza ni es fácil de obtener, por lo que se extrae a partir de otras sustancias que lo contienen, como el agua, el carbón o el gas natural.
Actualmente son dos los procesos que se utilizan para producirlo masivamente.El primero y más económico, es extraerlo a través de hidrocarburos, a lo que se le llama “hidrógeno gris”. Método poco amigable con el medioambiente ya que su generación continúa requiriendo combustibles fósiles. Y la segunda, es obtenerlo directamente del agua a través de un proceso llamado electrólisis, el cual rompe la molécula del agua y separa el oxígeno y el hidrógeno, lo que necesita altas cantidades de electricidad, que si es producida en base a energías renovables como la solar o eólica, genera el hidrógeno en su versión verde, que cuando se quema, solo deja tras de sí vapor de agua, en lugar de los gases de efecto invernadero.
Algunas ventajas del hidrógeno verde. Es 100% sostenible: no emite gases contaminantes ni durante la combustión ni durante el proceso de producción.
Se puede almacenar: el hidrógeno es fácil de almacenar, lo que permite su utilización posterior en otros usos y en momentos distintos al de su producción.
Es versátil: puede transformarse en electricidad o combustibles sintéticos y utilizarse con fines domésticos, comerciales, industriales o de movilidad.
Es transportable: esta energía puede mezclarse con el gas natural hasta en un 20 % y viajar por los mismos canales e infraestructuras del gas. El incremento de este porcentaje requeriría cambiar distintos elementos de las redes existentes de gas para hacerlas compatibles.
Actualmente el 96% del hidrógeno que se produce en el mundo proviene de fuentes fósiles y un 4% desde el agua, utilizando electrólisis. Este último, es un proceso limpio que no genera CO2, pero intensivo en el uso de electricidad lo que va asociado directamente a un alto costo.
Aproximadamente el 70% del costo de producir hidrógeno a partir del agua corresponde a energía. Y es aquí donde radica la clave de lo que podría ser una nueva gran oportunidad para Chile, si es que no se desaprovecha. Nuestro país tiene la capacidad, por sí solo, de abastecer toda la demanda energética del continente con energía solar y más aún, es uno de los lugares con mayores recursos eólicos del mundo.
Qué significa esto? Pues que Chile tiene la posibilidad de producir a costos bajísimos, toda la abundante energía eléctrica necesaria para la generación de Hidrógeno Verde, lo que le otorga una gran ventaja comparativa con respecto a cualquier otro país. De esta forma se abre la posibilidad de que el país produzca su propio combustible, libre de emisiones, lo que se traduciría en una mayor seguridad energética y económica, aprovechamiento y complemento de las energías renovables variables, disminución significativa del CO2 y avance fundamental en el objetivo de lograr la meta de carbono neutralidad a 2050.
Otro aspecto clave, es que el hidrógeno se puede almacenar y transportar a largas distancias a través de gaseoductos, camiones o barcos, con lo que se abre la oportunidad de generar hidrógeno verde a gran escala para exportarlo a países que lo están requiriendo para sus planes de desarrollo sustentable.
La consultora internacional McKinsey, ha señalado que hay oportunidades de inversión para este combustible verde por US$ 475 mil millones a 2030 y estimaciones de ventas anuales a 2050 que corresponderían a la mitad del tamaño que tiene hoy el mercado del petróleo en el mundo.
La comisión Europea considera que el hidrógeno es un vector energético de futuro para ese continente y destinará hasta 30.000 millones de euros para aumentar la inversión en I+D+I para el sector, en los próximos diez años.
Algunas importantes marcas de automóviles llevan años realizando fuertes inversiones en el desarrollo de motores que funcionen con hidrógeno.Honda, DaimlerChrysler, Ford, General Motors/Opel, Hyundai, Kia, Renault/Nissan o Toyota son algunas de ellas.
Y ya son varios los países que la plantean como una alternativa viable a los motores eléctricos.Japón ha señalado recientemente que quiere convertirse en una “economía del hidrógeno”, y países como Alemania, Estados Unidos, Francia, China o Rusia tienen trenes que funcionan con este elemento.
Debido a la crisis medioambiental por la que atraviesa el planeta y al dramático escenario que se avizora en el mediano plazo de no producirse cambios profundos, es que prácticamente todos los países se encuentran o entrarán en procesos de descarbonización y reemplazo de combustibles fósiles. Chile no es ajeno a esta realidad. Adicionalmente, este escenario de crisis ambiental global, coincide con una crisis interna del país, donde ya existe transversal acuerdo entre los diversos sectores, que la matriz económico productiva de Chile está agotada, lo que se ha visto demostrado con la imposibilidad de alcanzar los niveles de crecimiento de décadas anteriores.
La naturaleza, como tantas veces en el pasado, parece tener nuevamente la intención de tendernos una mano y transformar esta doble crisis en una gran y nueva oportunidad. En esta ocasión, a través de la relación virtuosa entre energías renovables e hidrógeno verde.
La clave estará en el compromiso y participación activa entre el sector público y privado, que mediante acción coordinada, ejecuten las políticas pertinentes e implementen las estrategias adecuadas que permitan crear una nueva y gran industria para Chile, que junto a colaborar en la tarea de descontaminar el planeta, genere crecimiento sostenible y desarrollo para todos los habitantes del país, logrando de una vez por todas, dar ese gran paso que los chilenos anhelan y que una vez tras otra se ha visto frustrado.