Por segunda vez la ciudadanía en Chile ha rechazado en las urnas una propuesta para renovar su Constitución. Con un universo total de 39.716 mesas de sufragios escrutadas, que equivalen al 99.97% de las mesas totales, la opción en contra ganó la elección con 6.894.287 votos, correspondiente al 55.76%. El a favor sumó 5.470.025 sufragios, equivalentes al 44.24%.
De acuerdo a estos resultados el país mantendrá la carta magna actual, un texto que data de 1980 y que fue aprobada durante la dictadura de Augusto Pinochet. En el año 2022 se había celebrado un primer plebiscito constitucional que también fracasó. En aquella ocasión, el 61,86% de los electores votaron en contra. Aquella primera votación se llevó a cabo después de la oleada de protestas que vivió Chile en 2019, en la que se reclamó a la clase política que redactase una nueva Constitución, entre otras muchas cuestiones.
Luego de este segundo rechazo a una propuesta de constitución, la mayoría de los sectores políticos han concordado en cerrar, por ahora, las iniciativas por redactar un nuevo texto constitucional.Al menos, inicialmente durante el tiempo restante del Gobierno del Presidente Gabriel Boric.
Al cierre de la jornada de votaciones, el Mandatario señaló que “durante nuestro Gobierno se cierra el proceso constitucional. Las urgencias son otras”
“Sea cual sea el resultado hoy, hay una etapa que termina. Fue un proceso que el país intentó, pero la ciudadanía está indicando que esta manera de hacer política no les pareció y que hay que cambiarla”, manifestó, por su parte, Carolina Tohá, ministra del Interior.
En tanto, Mario Marcel, ministro de hacienda, aseguró que “esta noche sea cual sea el resultado de este plebiscito ese proceso habrá concluido”.
En el oficialismo se cuadraron con la postura del Ejecutivo. “Nosotros vamos a respetar lo que le dijimos a la ciudadanía: en este periodo no hay ninguna posibilidad de reabrir un tercer proceso constitucional”, expresó Lautaro Carmona, presidente del PC.
La oposición también cerró la puerta a la redacción de un nuevo texto constitucional. Javier Macaya, presidenta de la UDI, sostuvo que “Chile no quiere cambios constitucionales ni tampoco refundaciones. Desde esa perspectiva, así como honramos nuestra palabra el año pasado para darle continuidad a un proceso, hoy día también le exigimos al Gobierno, a las fuerzas de izquierda, que sean coherentes con un compromiso que hicieron de no volver a levantar el tema constitucional”.