La electricidad empezó a regresar a las distintas regiones de Chile, luego un inédito y masivo apagón que dejó prácticamente a todo el país en la oscuridad el martes durante alrededor d e8 horas y que obligó al gobierno a declarar el estado de excepción y un toque de queda nocturno.
Según un balance realizado por el presidente, Gabriel Boric, en conferencia de prensa en el palacio de La Moneda, más de ocho millones de hogares estuvieron sin suministro de energía eléctrica desde pasadas las 15:00 hrs. el martes 25 de febrero, debido una desconexión del sistema de transmisión de una importante línea eléctrica situada en el norte del país.
De esos, la mitad ya había recuperado “paulatinamente” el servicio eléctrico, aunque “de una manera inestable” tras más de siete horas sin luz.
El apagón afectó a 14 de las 16 regiones de Chile y afectó a “toda la población desde Arica hasta Puerto Montt”, lo que se traduce en más del 90% de los 19 millones de habitantes, explicó en conferencia de prensa Juan Carlos Olmedo, el presidente del Coordinador Eléctrico Nacional, organismo encargado de coordinar el funcionamiento del sistema eléctrico chileno.
Olmedo precisó que el fallo se dio debido una “operación no deseada de sus sistemas de control y protección de la línea” en los sistemas electrónicos de la red, responsable de un cuarto de toda la demanda en la región centro y sur del país.
“Son sistemas electrónicos sofisticados con computadoras y ese sistema electrónico no operó de la forma en que debió haber operado”, expresó. “Esa desconexión de un aporte tan relevante produjo una suerte de reacción en cadena, en que se fueron desconectando las centrales generadoras y la demanda, lo que llevó a un apagón total del sistema eléctrico bastante extendido”.
El Coordinador Eléctrico Nacional abrió una investigación técnica para averiguar en detalle lo sucedido y adelantó que el suministro eléctrico debería estar completamente restablecido hasta la medianoche.
La masiva falla eléctrica ha paralizó servicios como el metro y ha generado caos en varias zonas de norte al sur. La gravedad de la situación llevó a que las autoridades decretaran estado de excepción y toque de queda hasta la mañana del miércoles en todas las regiones afectadas.
El primer mandatario calificó de “indignante” el apagón y aseguró que es el “deber del Estado de Chile” investigar y “hacer valer” presuntas “responsabilidades”. “No es tolerable que por responsabilidad de una o varias empresas se afecte la vida cotidiana de millones de chilenos y chilenas”, aseveró.
Con el fin de asegurar el cumplimiento del toque de queda establecido, más de 3.000 militares se desplegaron en las distintas regiones afectadas para garantizar la seguridad de las personas.
Las autoridades indicaron que, pese al prolongado corte de energía, los servicios esenciales, como el sistema de salud, transporte, carcelario, telecomunicaciones, han logrado operar con cierta normalidad gracias a los distintos sistemas de respaldo, por lo que se han registrado tan solo “fallas puntuales” sin gravedades.
Poco antes de la medianoche del martes, gran parte de la capital ya contaba con energía.
El apagón que duró varias horas también alcanzó a actividades de importantes sectores económicos, entre ellos la minería, uno de los motores de la economía chilena.
La minera estatal Codelco, la mayor productora de cobre del mundo, indicó en un comunicado que “el corte de energía afectó a todas las operaciones” de la empresa, que ha adoptado las “medidas necesarias para resguardar la seguridad de las personas y de las instalaciones”.