Nvidia es el actual líder Mundial en Computación de Inteligencia Artificial, es una empresa de software y fabless que diseña unidades de procesamiento de gráficos (GPU), interfaz de programación de aplicaciones (API) para ciencia de datos y computación de alto rendimiento, básicamente es líder mundial en hardware y software de inteligencia artificial. Su CEO es el conocido empresario taiwánes-estadounidense Jensen Huang.
Nvidia acaba de anunciar una inversión estratégica de hasta 100,000 millones de dólares en Open AI (de Sam Altman) para desplegar infraestructura masiva de inteligencia artificial, intensificando la rivalidad en el campo tecnológico global. El acuerdo incluye la construcción de al menos 10 gigavatios de centros de datos con sistemas Nvidia, y ya se planifica comenzar con el primer gigavatio en la segunda mitad de 2026.
Esta alianza refuerza la posición de OpenAI frente a competidores como Google, Meta y Apple en la carrera por la supremacía en IA.
Según el anuncio oficial, Nvidia se comprometió a invertir hasta 100,000 millones de dólares en Open AI, distribuidos de forma progresiva conforme se vayan desplegando los centros de datos asociados. Cada gigavatio instalado será un paso hacia adelante, siendo el primero planificado para la segunda mitad de 2026, mediante la plataforma Vera Rubin de Nvidia, que es la sucesora de la arquitectura Blackwell y está diseñada para potenciar la próxima generación de la inteligencia artificial (IA) a hiperescala.
El objetivo es desplegar al menos 10 gigavatios de capacidad computacional usando hardware de Nvidia, lo que implicaría millones de GPUs para alimentar los modelos de IA de última generación de OpenAI.
Estos centros de datos deberán contar con la energía, refrigeración y conectividad necesarios para soportar esa escala de operación, que implica una capacidad enorme que permitirá realizar tareas a una escala sin precedentes: entrenar modelos de lenguaje a gran escala con miles de millones de parámetros, ejecutar inferencias masivas en aplicaciones de IA generativa, como la creación de imágenes, video y texto, acelerar investigaciones científicas y simulaciones complejas que requieren una potencia de cálculo extrema.
Dentro del acuerdo, Nvidia no solo proveerá hardware, sino que adquiere participaciones no-controladoras en OpenAI. Al mismo tiempo, se convierte en el socio estratégico preferido para cómputo y conectividad, lo que le da una ventaja competitiva frente a empresas que también buscan abastecer al mercado de IA.
Este acuerdo pone una distancia importante entre Open AI y otros gigantes tecnológicos que están intentando competirle en el mercado de la IA, como son Google, Meta y Apple.
También es una alerta para los organismos reguladores, por la eventual concentración de poder en infraestructura crítica de IA, entre Nvidia y OpenAI.
Construir centros de datos de tal magnitud conlleva además retos enormes de energía (electricidad, refrigeración), logística (ubicación, conectividad), costos operativos y extensos plazos también. Aunque se ha anunciado el primer gigavatio para 2026, todo dependerá de permisos, construcción, suministro de chips, cadena de valor y regulaciones locales.
