Más de 10 meses han transcurrido desde la desaparición de la activista medioambiental Julia Chuñil Catricura. 8 de noviembre de 2024, Julia Chuñil desapareció en la comuna de Máfil, Región de Los Ríos, en circunstancias aún no esclarecidas. Aquel día, la dirigente se dirigió al predio “Reserva Cora Número Uno-A” en búsqueda de unos animales extraviados.
Tras casi un año de infructuosa búsqueda, las abogadas y la familia de Julia Chuñil revelaron un dramático antecedente, que daría cuenta de qué ocurrió con la dirigente mapuche desaparecida.
Un audio que pertenecería a una interceptación telefónica a Juan Carlos Morstadt, empresario forestal que mantenía un serio conflicto con la defensora ambiental por las tierras, quien le habría hecho una grave confesión a su padre sobre el destino de la líder mapuche.
“De acuerdo a lo dado a conocer por Karina Riquelme -una de las abogadas de la familia de la activista mapuche- en el sitio web del Ministerio Público, encontraron el pasado lunes 15 de septiembre un documento clave. Los antecedentes corresponden a dos llamadas telefónicas. Una de ellas se habría dirigido al padre de Juan Carlos Morstadt, dueño del predio donde la defensora ambiental mapuche fue vista por última vez. La otra llamada fue a una mujer que aún no ha sido identificada por las autoridades”, explicaron las abogadas.
La dirigente defendía 900 hectáreas de bosque nativo que el empresario forestal habría querido explotar comercialmente, lo que habría sido la causa de su hostigamiento permanente.
La familia de Julia Chuñil junto a sus abogadas, realizaron un punto de prensa y luego publicaron un comunicado, donde cuentan el dramático detalle del que tuvieron conocimiento.
“Con mucho dolor en nuestros corazones, después de meses de búsqueda incansable, de marchas, gritos y apoyo de tantas personas solidarias, hoy debemos enfrentar una verdad brutal. Tras una larga investigación, se reveló una interceptación telefónica donde Juan Carlos Morstadt Anwandter, principal sospechoso que hostigaba y manipulaba a Julia, le confesó a su padre: ‘La quemaron’”, indicaron.
“Esta prueba estremecedora fue expuesta en punto de prensa por abogadas, organismos de DDHH (Comité de Ética contra la Tortura, Amnistía Internacional) y con la voz firme de Pablo, hijo de Julia y vocero de la familia. Casi a un año de su desaparición, la justicia sigue desviando la atención y levantando montajes contra sus propios hijos, mientras ignoran la evidencia contra Morstadt, dueño del predio”.
“Pedimos respeto y apoyo en este momento de angustia. Hoy lloramos el no poder volver a verla con vida, pero también agradecemos cada abrazo y fuerza recibida. Exigimos que la investigación siga y que el responsable entregue a Julia, que se le dé el descanso digno que merece y que pague por el dolor causado. Nos mantendremos firmes en su nombre, contra la tristeza, los montajes y hasta el asesinato de los animales que eran parte de su vida”, señalaron.
Finalmente, el clan de Julia Chuñil expresó que “Julia Chuñil Catricura queda marcada como mujer valiente, orgullosa de sus raíces mapuches, símbolo de lucha y resistencia. No descansaremos hasta que haya justicia”.


