Enel Chile, a través de su filial Enel Green Power Chile, dio inició a la construcción del sistema de almacenamiento de energía en baterías BESS Las Salinas, que se ubicará en la planta fotovoltaica del mismo nombre y que operará en conjunto con el parque eólico Sierra Gorda. La iniciativa se integra a una central híbrida de energía renovable a escala industrial, para así, incorporar tres tecnologías: solar, eólica y de almacenamiento.
El proyecto permitirá que la central híbrida, compuesta hoy por 205 MW solares y 112 MW eólicos incorpore una tercera tecnología clave para la transición energética: almacenamiento en baterías de 205 MW de potencia y hasta cuatro horas de respaldo, convirtiéndose en uno de los sistemas de almacenamiento más relevantes en operación dentro del país.
El sistema BESS Las Salinas podrá almacenar energía solar y eólica y liberarla cuando el sistema eléctrico lo requiera, reduciendo vertimientos y aumentando la flexibilidad operativa. La instalación tendrá una capacidad anual equivalente a 292 GWh, lo que representa aproximadamente el 21% del volumen energético del embalse Rapel, uno de los principales reservorios hidroeléctricos del país.
Este proyecto es el primero de tres sistemas BESS que Enel Green Power implementará sobre infraestructura renovable ya existente, una estrategia que permitirá acelerar la descarbonización y mejorar la eficiencia de sus activos.
Durante el peak de construcción, se estima que el proyecto movilizará a cerca de 250 trabajadores, generando empleo local y dinamizando la economía de la zona.
La compañía destacó además que el proyecto integrará programas educativos y de relacionamiento comunitario, en línea con sus políticas de sostenibilidad y vinculación territorial.
Los sistemas de almacenamiento como el BESS Las Salinas permiten desplazar la curva natural de generación renovable, aportando energía cuando el sistema lo demanda y entregando estabilidad ante variaciones abruptas de la producción solar o eólica.
Para Enel Green Power, esta iniciativa representa “un paso fundamental para reforzar la resiliencia del sistema eléctrico y garantizar una integración renovable más eficiente”, contribuyendo directamente al objetivo país de avanzar hacia una matriz energética baja en emisiones.
Con la entrada en operación de este nuevo sistema, Chile avanza hacia una infraestructura más flexible, estable y compatible con una alta penetración de energías renovables. La apuesta por el almacenamiento a gran escala se posiciona así como el próximo gran motor de la transición energética nacional.
